Comida tradicional que nunca falta en las fiestas mayores y otras celebraciones. La costumbre era el día de la fiesta, almorzar (a eso de las 11) sopas de caldo chireta y como no, chiretas. Acompañadas con buen vino tinto.
Su elaboración es laboriosa; a partir de un cordero.
Se necesita :
- tripa de cordero vuelta y bien lavada con cal viva,
- el pulmón
- el corazón
- los intestinos, previamente hervidos para endurecerlos.
- arroz
- ajos
- sal
- perejil
- un poco de pimentón .
- sebo o grasa del mismo animal.
Se hace todo a trocitos y se mezcla en un recipiente. Aproximadamente tiene que haber la misma cantidad de arroz que el resto de ingredientes.
En una tabla lisa se corta la tripa a trozos aproximadamente como la mano. Se reparte la “ pasta” sobre los trozos y se cosen con hilo blanco guardando una forma alargada y estrecha. También hay que tener en cuenta de dejarlas un poco “vacías” que es el sitio que va a ocupar el arroz al cocer.
Después se echan en una olla de agua hirviendo con sal, se puede añadir puerro, zanahoria y una hoja de lechuga. Cuando hierve se echan las chiretas y se dejan hervir hasta que se clave un tenedor sin romperse la tripa. Una hora aproximadamente. Y listas para comer.
Los más “sibaritas”; al día siguiente, ya frías, se cortan en rodajas, se rebozan con harina y huevo y se fríen en una sartén hasta que están doraditas.
Siempre regadas con vino tinto, de Somontano ... naturalmente.